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El visualizador, una herramienta para mejorar el día a día del alumnado

La pantalla digital interactiva, que reemplaza en muchas aulas a la primera generación de herramientas interactivas (PDI y VPI), suele ir acompañada de una pequeña herramienta pedagógica: el visualizador de documentos. Esta cámara con soporte, incluso en su versión más sencilla, puede contribuir de forma significativa a mejorar el día a día del alumnado y prestar valiosos servicios en situaciones relacionadas con cuestiones tan diversas como el peso de las mochilas, la inclusión o la discapacidad.

Veamos 5 situaciones que puedes encontrar como profesor y en las que el visualizador de documentos permite mejorar la calidad de la clase y la experiencia diaria de tus alumnos en el aula.

1. Aligerar las mochilas y restar dramatismo a los olvidos del libro de texto

El tema del peso de las mochilas vuelve cada año: obligar a un niño en pleno crecimiento a cargar con varios kilos de libros y cuadernos plantea evidentes cuestiones de salud, sobre todo cuando el peso supera ampliamente las recomendaciones basadas en la estatura y el peso del niño.

Aligerar las mochilas y restar dramatismo a los olvidos del libro de texto

Algunos centros han optado por solucionar este problema equipando cada aula con un visualizador de documentos, de modo que los libros puedan quedarse en casa, mientras que el ejemplar del profesor se convierte en el único necesario para proyectar las páginas en la pantalla digital interactiva.

Preparar la mochila para el día siguiente es un aprendizaje que algunos alumnos tardan bastante tiempo en adquirir al llegar al instituto. Dependiendo de cuán indulgente seas tú como profesor, el olvido del libro por parte de uno o varios alumnos puede generar rápidamente molestia y comprometer un buen ambiente de trabajo. En estas situaciones, el visualizador se convierte en un aliado para evitar que el olvido del libro genere tensiones entre el alumnado y el profesorado.

2. Refrescar la memoria del alumnado

A veces, los alumnos tienen dificultades para ver la secuencia lógica de los aprendizajes y pueden sentirse perdidos. Para “engancharse de nuevo al tren”, puedes refrescar la memoria de la clase o hacer que surja el vínculo lógico entre lecciones mostrando en la pantalla digital fotos y vídeos tomados con el visualizador de documentos en clases anteriores.

Refrescar la memoria del alumnado

Como introducción a la lección del día, la clase puede, por ejemplo, volver a ver un experimento realizado el día anterior (o varios días antes), que fue grabado con el visualizador, o revisar fotos de hojas de ejercicios o manuales tomadas con esta herramienta.

3. Implicar al alumnado compartiendo sus producciones

El visualizador de documentos es una herramienta que permite a cada alumno presentar su trabajo a la clase. Solo tiene que colocar su cuaderno o su hoja de ejercicios bajo la cámara para proyectarla en la pantalla y explicar su proceso.

Implicar al alumnado compartiendo sus producciones

Aunque esta actividad pueda intimidar a muchos, compartir el trabajo con la clase puede motivar al alumno a esforzarse de verdad por hacer bien el ejercicio. Además, puede contribuir a generar en el aula un ambiente de trabajo basado en el apoyo mutuo, donde el error se vea como un paso necesario en el proceso de aprendizaje, y no como un fracaso.

4. Ayudar al alumnado con dificultades de orientación espacia

Ayudar al alumnado con dificultades de orientación espacia

Siempre hay algunos alumnos a quienes les cuesta orientarse en un libro o manual, que no logran identificar bien la estructura de la página para fijar la vista en el área que tú estás indicando. Para evitar esas miradas perdidas y guiar mejor a estos alumnos, no hay nada más eficaz que proyectar la página del libro directamente en la pantalla interactiva.

5. Adaptar los contenidos para alumnos con discapacidad visual

El visualizador de documentos puede convertirse en una herramienta de equidad, sobre todo para alumnos con una discapacidad visual que necesiten ampliar los contenidos para poder leerlos con la misma comodidad que sus compañeros sin discapacidad. Podrás mostrar fácilmente cualquier contenido no digital en formato ampliado en la pantalla interactiva.

En resumen

Con el visualizador de documentos, cuentas con una herramienta pedagógica que puede ofrecer soluciones a múltiples dificultades que tus alumnos pueden encontrar a lo largo de su escolaridad. En este artículo, hemos hablado de:

  • Un aligeramiento de las mochilas: los libros de texto del alumnado se quedan en casa.

  • Una mejor comprensión de la continuidad de los aprendizajes por parte del alumno, gracias a vídeos y fotos que sirven como memoria de la clase.

  • Una mayor implicación del alumno, al ser invitado a presentar su trabajo al grupo y explicarlo al profesor y a sus compañeros.

  • Una ayuda visual que capta mejor la atención del alumno y la redirige.

  • Una adaptación de los contenidos para el alumnado con discapacidad visual (una adaptación que, por cierto, también puede beneficiar a todos, especialmente a aquellos con trastornos de atención).